miércoles, 31 de mayo de 2017

La escritora de Carmen Conde


Sinopsis
Brillante, hiperactiva y marcada por una infancia traumática, Lucrecia Vázquez trabaja como «negra» literaria para una gran editorial y convive como puede con el síndrome de Tourette, que le provoca multitud de tics. Ha construido un mundo a su medida dentro de las cuatro paredes de su apartamento de Barcelona, del que apenas sale. Cuando la escritora de best sellers Dana Green aparece salvajemente asesinada en su propia casa, la policía pronto descubrirá que Lucrecia había recibido el encargo de escribir el nuevo libro de la famosa novelista, que en el momento de su muerte estaba sumida en una profunda crisis creativa. La investigación pronto descubrirá un complejo entramado de traiciones y engaños dentro del mundo literario, al tiempo que la propia Lucrecia, en quien recaen buena parte de las sospechas, se ve obligada a vencer sus miedos y limitaciones para iniciar sus propias pesquisas.

Reseña
Lo primero que me atrajo de este libro fue su portada colorista con pocos tonos.
Lo segundo la sinopsis, con su referencia al famoso síndrome de Tourette (raro, pero escandaloso y llamativo) y al entramado del negocio de las editoriales.



La trama gira alrededor de dos personajes principales, el detective encargado de la investigación, y la primera persona que encuentra el cadáver del primer crimen, Lucrecia, una escritora emergente en el mundo literario, con unas particularidades y un carácter muy especial. 
Padece síndrome de Tourette, es inteligentísima, graciosa y, sobre todo, posee una gran facilidad para que lleguemos a empatizar con ella, eso sí, por tener no le falta ni el clásico trauma infantil de los guiones cinematográficos (es un libro que tendría una muy buena adaptación al cine).
Lucrecia es un personaje detallado, creíble, completo y con un aura misterioso que nos atrapa, con sus cualidades, empuja al lector a sumergirse en la trama.


El otro protagonista Gerard, el policía, creíble a su vez, llevado por su desconfianza y tenacidad se ve empujado a averiguar quién es el criminal y las motivaciones que tiene. 
Este personaje sirve como hilo de unión entre los distintos escenarios, intenta hacer que el lector pierda completamente la concentración aportando pistas que le desvíen de la verdad, al intentar averiguar quién y el porqué de los asesinatos, viéndose involucrado, en el desenlace final.


Otros personajes, ya más secundarios, ponen un tono jocoso, más bien simple y a la par humorístico, como el ayudante del detective, que realzan o equilibran las descripciones más espeluznantes.


Esta es una novela que podríamos definir como thriller psicológico mezclada con metaliteratura. Hace un especial hincapié en el mundo literario, no se habla de un libro, se describe el mundo literario; los autores, los editores y sobre todo podemos entrever una crítica durísima a los autores best-sellers que pisan o se apropian de ideas, (con una ingente producción de libros, con el mal uso de los negros literarios), impulsados por un interés puramente mercantil a ocupar los primeros puestos de las listas de ventas, pero también se habla de blog’s, de las criticas periodísticas…


En conjunto la trama está muy bien estructurada, y las descripciones de los crímenes, son a lo mejor un poco truculentas, y excesivamente descriptivas, tal vez demasiado influenciadas por obras como American Psycho (tanto el libro como la película) y series televisivas sobre crímenes demasiado explícitos. Pero la lectura, se hace agradable, con su prosa sencilla y la fluidez del desarrollo de la narración.


Frases impactantes que me llamaron la atención:


“Tú puedes comprar a un par de periodistas y conseguir que te hagan una buena reseña en su diario, pero no a cinco mil lectores. Y los lectores no son idiotas, por mucho que a nosotros nos gustaría que lo fueran”

“Eso era antes cuando no existía el ordenador. Ahora cualquier imbécil se baja cuatro informaciones de Google y teclea trescientas páginas que vende a peso y que compiten en las estanterías de los supermercados al lado de Muérdeme, vampiro y de Fóllame, vizconde. Por poner un ejemplo”


Si yo fuera este libro, me gustaría, saber el futuro de la escritora protagonista.



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