domingo, 29 de enero de 2017

Jonathan Strange y el Sr. Norrell de Susana Clarke


Sinopsis
A principios del siglo XIX, las hazañas del Rey Cuervo, el más grande de todos los magos de la Edad Media, perviven en la memoria y la leyenda, pero la práctica de la magia ha sido completamente olvidada en Inglaterra. Hasta el día en que el esquivo señor Norrell, de Hurtfew Abbey, logra que las piedras de la catedral de York hablen. La noticia del retorno de la magia se extiende como la pólvora y el señor Norrell, convencido de que debe poner sus artes al servicio del gobierno en la guerra contra Napoleón, se traslada a Londres. Allí conoce al joven Jonathan Strange, un brillante y voluntarioso mago, y tras superar algunos recelos, consiente en acogerlo como discípulo. En una época en la que sólo los charlatanes se hacían llamar magos, Norrell y Strange se proponen limpiar el buen nombre de su oficio, al que consideran una ciencia con mayúsculas. Bajo las órdenes de Wellington, realizarán decenas de actos mágicos, y su éxito es tal que muy pronto se los consultará sobre muchos otros problemas, desde la curación de la locura del rey Jorge III hasta la mejor venganza para amantes despechados. A su paso encontrarán amor y muerte, portentos y crueldades, y arrastrados por la ambición y la rivalidad, el camino de la gloria los acercará irremediablemente al abismo.

Reseña
Leído el libro tras la propuesta como lectura del mes por un blog amigo (gracias susurros de bibliotecas), he quedado gratamente contento. Es un libro que sí tiene merecido el reconocimiento de algunos periódicos y de la crítica general.
Me asuste un poco al ver el ‘volumen’, actualmente, no me gusta embarcarme en novelas de tantas páginas, pero sinceramente, aquí el tamaño no importa, lo interesante es el contenido, no es un libro pesado, su lectura es amena, entretenida y divertida.
Es un libro de fantasía, pero llevado de tal manera, con tal humor, que uno puede llegar a pensar que es una narración realista, que lo que cuenta fueron hechos ocurridos en la época en las que lo sitúan.

Toda la trama esta relatada por un narrador, que nos cuenta los sucesos que en su mayor parte se producen en una Inglaterra ambientada en la época napoleónica. Si bien ubican gran parte de la historia en Londres, lo que más describen es la campiña inglesa, y realmente nos trasladan a ella, aunque en una parte de la obra nos vemos en España, y al final nos cuentan la vida de los ‘veraneantes’ ingleses en una bucólica Venecia.

La novela está escrita con una maestría, indescriptible, contiene descripciones llenas de coloridas y divertidas asociaciones de adjetivos (vestidos de color tristeza), en un lenguaje sencillo, pero a la vez en desuso (claro eso de decir voy en cabriole, hoy en día no está muy al uso), que en ningún momento se hace cansado, los escenarios abarcan desde escenas bucólicas en el campo a los grandes salones de fiestas y reuniones de la aristocracia inglesa, descritas con un fino humor negro, irónico y caustico, atribuida fama del estirado carácter inglés.

Personajes de la obra, indudablemente dos principales, Norrell y el Sr. Strange (el cual se hace desear, por lo tarde que aparece), sin embargo, otros más secundarios, poseen más relevancia e incluso mayor hacer en la obra, sea dicho el caballero-duende, con pelo como el milano de cardo, y alguno más que no citaré.
Ningún personaje sobra ni falta, todos tienen su papel y su valor, su propia personalidad, carácter e idiosincrasia y aportan poco a poco y sin decaer el dinamismo que la autora busca, para la narración.

El libro está plagado de notas al pie, que por sí solas son en algunas ocasiones pequeñas narraciones, cuentos, o incisos en la trama que la autora utiliza, para desviar la atención del hilo conductor, nos hace  dar un pequeño desvío, como si fuera una parador de descanso del trayecto, y de esa forma no aburrirnos. Es como tener historias dentro de la historia, ya que algunas de estas anotaciones, podrían ser consideradas, obras independientes, (yo creyendo que me encontraba una nota del traductor y me veía de repente sumergido en otro ‘libro’).

En general, solo puedo decir algo sobre este libro, me ha encantado, no es habitual encontrar algo así, fantasía, sin tener que inventarse ni una raza, ni un lenguaje, ni cosas sobrenaturales, basta acudir a las raíces de los cuentos, de brujas, duendes y magia ancestral atada a la naturaleza, que nos encontramos en la mayoría de las culturas. 

Si yo fuera este libro, me gustaría ser un mago inglés, o si fuera posible, duende.

miércoles, 4 de enero de 2017

Frédéric Poison 01. El Dragón perdido de Víctor M. Mirete


Sinopsis
¿Qué verdad no contada esconde un telegrama enviado desde un avión desaparecido que sobrevolaba África en julio de 1936?
 Un trepidante viaje de investigación, una adictiva atmósfera de intriga, una continua sensación de aventura, y un final repleto de humanidad conforman una misteriosa trama en la que el carismático, sutil y experimentado investigador y espía del ejército aliado francés, Frédéric Poison, se verá inmiscuido.
El frío y asediado Leningrado, el oscuro aeropuerto de Croydon, la cálida ciudad levantina de San Javier, la enigmática Casablanca, el desértico suelo de Mali y la mística selva de Guinea Ecuatorial, así como un reparto coral de personajes y el brillante uso del flashback, convergen entre sí para dar luz al misterioso vuelo de un peculiar avión relacionado con una conspiración que tiene como telón de fondo los días previos al inicio de la guerra civil española; y en la que se verán envueltos dos militares murcianos y una telegrafista francesa.

Reseña 
Me encuentro ante un libro cuya trama es interesante, mezcla ficción y realidad, pero se apoya principalmente en la imaginación.
El autor usa mucho la analepsis (técnica que altera la secuencia cronológica de la historia y nos traslada hacia el pasado), sin embargo, no se hace ni pesado ni incomoda la lectura, más bien, desarrolla un ritmo, bien acompasado en el desarrollo de la novela, aunque en ocasiones, llegué a desear un poco más de acción, es lo único que echo en falta.
El evolución lineal de la trama, siguiendo el hilo conductor del telegrama (un macguffin, no confundir con muffins, esto no se come, solo engorda la intriga), nos transporta a diversos escenarios, lugares, localizaciones en diversas épocas, que aunque descritas de forma somera, sin embargo, nos envuelven y nos vemos en ellas inmersos.
Leyendo me entró una gran curiosidad por los hechos reales, por saber más de esa parte tan conocida a la par que desconocida de los días previos al Alzamiento, algo que agradezco mucho al autor, su interés no es solo distraer, sino picar la curiosidad del lector, algo que hoy en día no es nada habitual de ver.
Los personajes son pocos, pero los he encontrado bien definidos, están descritos de una manera minuciosa, el autor les ha dado un cierto grado de misterio a cada uno de ellos, pero el más destacado de esos actores misteriosos es el protagonista central Frédéric Poison, una especie de Tintín (me es imposible no imaginármelo vestido como este afamado periodista belga, eso sí sin su acompañante Milú), que se dedica a investigar el origen de un telegrama que llego a sus manos de forma extraña, siendo capaz para ello de convencer a cualquier persona que le pueda ser útil.
A lo largo de la lectura se definen claramente dos bandos, buenos y malos diríamos, pero apenas hay enfrentamiento directo entre ellos, no hay dinámica entre estos grupos contrincantes, el escritor nos mantiene a la espera de una confrontación directa, que no llega a producirse, aunque en varias escenas, se podría haber dado el caso.
En resumen, el libro está bien, se nota que el autor tiene una imaginación, y una capacidad muy especial en atrapar al lector, con esa mezcla especial de intriga, misterio y esas gotas de historia entremezcladas, con un humor sutil y en ocasiones, se puede distinguir una añoranza a las novelas de espías, ese género ya abandonado desde la caída de la guerra fría.

Si yo fuera este libro, me gustaría acompañar en sus aventuras a Frédéric Poison.